Nueva York a la antigua

En el extremo más al sur del Lower Manhattan, donde los rascacielos hansuplantado a la historia, y donde apenas cerca del South Street Seaport se revive un poco el pasado neoyorkino, encontramos, sin embargo, un grupo de edificios que nos llevan atrás en el tiempo.


Este pequeño muestrario cuenta con 16 edificios, 11 de los cuales fueron construidos entre 1827 y 1833. Originalmente fueron construidos con fines comerciales, para convertirse en las últimas décadas en apartamentos con los bajos ocupados por restaurantes y bares.

Sin embargo, la joya de la corona de este rincón neoyorkino es sin dudas, la Fraunces Tavern. Es éste uno de los edificios que guardan la historia de la ciudad y de su país. En funcionamiento desde 1762, desde aquí licenció a sus tropas el General Washington después que los británicos dejaran para siempre Manhattan en 1783.
A pesar de las manhabidas restrucuraciones, rediseños, modificaciones y “restauraciones” que en muchos casos dejaron las cosas peor que antes, el edificio conserva aún parte de su espiritu original y es digno de visitar.
Más allá de poder cenar en algunos de sus salones, o tomar una copa en la taberna ( ensalada César, 9 dólares; lobster roller, 19 dólares; hambuguesa 14 dólares; fish & chips, 17 dólares. Precios de mediodía, la cena es más cara), también podemos visitar el museo.
Su colección comprende objetos, pinturas, dibujos y documentos relacionados con la historia colonial y revolucionaria de los Estados Unidos, especialmente de acontecimientos que tuvieron lugar en Nueva York. El patrimonio del museo se viene reuniendo desde 1876, fecha de su fundación, cuando un grupo de los primeros ciudadanos americanos libre establecieron aquí el lugar para guardar su memoria.
La taberna y el museo se ubican en el cruce de las calles Pearl y Broad Street. El museo abre de lunes a sábados de 12 a 17 horas. La entrada cuesta 4 dólares a los adultos y 3 a los menores.
via: diariodelviajero.com

Comentarios

Entradas populares