10 imperdibles de San Pablo


Cultura, historia, gastronomía y espacios verdes son parte de los mayores atractivos que hay que visitar en esta metrópoli brasileña. Un recorrido que incluye el Museo del Fútbol y la bohemia Vila Madalena.


San Pablo, en el sudeste de Brasil, es la reina megalópolis de Sudamérica –unos 19 millones de habitantes considerando también la región metropolitana– que parece querer ir siempre por más, ya sea en materia financiera, en las dimensiones edilicias, en la cultura y en la gastronomía. A menos de tres horas de vuelo de la ciudad de Buenos Aires –y, hay que decirlo, frecuente punto de conexión para muchos argentinos que viajan a playas brasileñas más lejanas–, con cada visita se descubre un interesante surtido de novedades: desde barrios recién nacidos hasta muestras de arte rutilantes; desde complejos arquitectónicos remodelados hasta recitales que sacuden la historia. Es cierto también que el movimiento de visitantes es mayor en estos tiempos previos a megaeventos deportivos como el Mundial de Fútbol.
Intensa, cosmopolita, diversa y descomunal, cada año San Pablo recibe unos 10 millones de visitantes a quienes conquista con su modernidad plasmada en algunas construcciones, sus lujosas tiendas de la calle Oscar Freire, exposiciones como la del bello Museo du Ipiranga, su caótico tránsito callejero –atención, es imprescindible tener en cuenta esto a la hora de moverse por la ciudad y calcular distancias/tiempos–, su centro histórico, sus mercados tradicionales, sus parques verdes y sus centros comerciales. Para ellos, para los viajeros que van por una semana o se escapan un par de días, aquí ofrecemos una selección de diez atractivos imperdibles –los que ya conocen tendrán su propia lista de favoritos– para disfrutar de esta gran ciudad.
1. Museo de Arte de San Pablo
Pinacoteca con obras de Rafael, Mantegna, Botticceli, Rembrandt, Cranach, Velázquez, Goya, Delacroix, Renoir, Manet, Monet, Cézanne, Van Gogh, Toulouse-Lautrec. Incluye también biblioteca, fototeca, filmoteca, videoteca, cursos de artes, ciclos de cine, conciertos y conferencias. El Museu de Arte de São Paulo es quizás el centro cultural de mayor actividad de Brasil. Su edificio es uno de los predios iconográficos del esplendor arquitectónico de San Pablo, y uno de los edificios “naturales” de la famosa avenida Paulista, con su cuerpo principal que descansa acostado sobre cuatro pilares, dejando –entre el edificio y el piso– un enorme espacio vacío de 74 metros de largo.www.masp.art.br
2. Vila MadalenaSe trata de un barrio bohemio de geografía accidentada, poblado de atelieres, galerías de arte y una colección de bares de todo tipo, como para visitar uno diferente cada noche. Algunos son botecos (bares) clásicos, otros nutridos de periodistas y aficionados al fútbol, o centros del público al que en San Pablo llaman GLS (gays, lesbianas y simpatizantes). Hay bares para sambar o disfrutar del rock and roll y los hay para expertos en tragos. Todos son para amantes de los momentos de intenso ocio, quienes también se entretienen en las librerías, en la Feira Omaguás –donde los domingos artesanos selectos llevan sus trabajos–, o en la Feira da Praça Benedito Calixto, que los sábados ofrece un espacio en donde se puede comprar de todo.
3. Museo del Fútbol
Apuesta fuerte del diseño para que el visitante sienta cómo el fútbol, nacido en la elite de Inglaterra, maduró brasileño, popular y mestizo en estas tierras. El museo es, en todo momento, extremadamente emocionante, informativo y muy divertido. Construido en las entrañas del Pacaembu, Estadio Municipal Paulo Machado de Carvalho, los recursos de la tecnología multimedia están usados al máximo de sus posibilidades para que el visitante viva el fútbol como arte, palpite el tribalismo masivo de las hinchadas, reviva la historia de las Copas del Mundo, sienta la gloria de las ganadas por Brasil y la depresión insondable (una sala muestra y vuelve a mostrar dignamente la final del 50 en el Maracaná, perdida ante Uruguay).www.museudofutebol.org.br
4. Avenida Paulista
Es, sin dudas, el alma paulistana, por la que fluyen muchos de los siete millones de autos que andan por la ciudad. Es una avenida grandiosa, símbolo de la vocación expansiva de la ciudad. Es también el centro financiero y un alto hito cultural de San Pablo. En su mapa se distribuyen el Museo de Arte de San Pablo (MASP), la Casa das Rosas –casa histórica donde funciona un centro cultural dedicado a la poesía–, cines, teatros, cafés. Tres kilómetros para ir de compras y caminar entre restaurantes, lanchonetes y magníficos edificios.www.avenidapaulista.com.br
5. Edificio BanespaEn los años 40 fue la mayor construcción de hormigón armado del mundo y, hasta 1956, el edificio más alto fuera de los Estados Unidos, con 150 metros de altura y 36 pisos. El Edificio Altino Arantes (popularmente Banespa) es orgullo de la historia paulista. Desde su mirador se obtiene una visión de 360 grados que permite distinguir la Serra do Mar, el Pico do Jaraguá, los edificios en la Avenida Paulista y las principales construcciones del centro. En el lobby, introduce a la magnificencia del edificio una gran araña de cristal de 13 metros de altura y 10 mil piezas de cristal. Un museo reúne más de 2.000 objetos de la historia de los casi 100 años del edificio.
6. Museo de la Lengua PortuguesaNo es casualidad que este museo esté en San Pablo: es la ciudad con más personas que hablan el idioma portugués en el mundo. En 2006 fue abierto en la Estação da Luz, edificio de arquitectura victoriana, dotado de tecnología de avanzada que le permite una alta interactividad. Los visitantes sienten la formación y la evolución del idioma portugués en las diferentes áreas. En una pantalla de 106 metros se proyectan simultáneamente nueve cortos sobre el uso de la lengua portuguesa en la vida cotidiana: la danza, los carnavales, el fútbol, la música, etc. En el Juego de la Etimología los visitantes se divierten moviendo imágenes que contienen fragmentos de palabras. El Mapa de las Hablas es una pantalla interactiva que se navega escuchando la forma de hablar de los brasileños de distintas regiones. La Plaza de la Lengua ofrece una especie de planetario de palabras con efectos visuales proyectados sobre el techo. En una pantalla se presentan grandes clásicos de la prosa y de la poesía. www.museudalinguaportuguesa.org.br
7. Pateo do Collegio y Catedral da Sé
Entre los rascacielos paulistanos aún está el Pateo do Collegio, donde nació la Vila São Paulo de Piratininga. En un comienzo fue una cabaña donde se reunieron 13 jesuitas, un día de enero de 1555. Un año después se convirtió en la escuela que hoy se visita para ver pasar 400 años de historia. Hay actividades culturales y un museo de arte sacro e histórico, pinacoteca y biblioteca. Un túnel del tiempo. El Pateo do Collegio forma parte del circuito Centro Histórico, que incluye la Catedral da Sé, uno de los cinco mayores templos góticos del mundo, y el Largo São Francisco, el principal conjunto de arquitectura barroca de la ciudad, integrado por la Facultad de Derecho de la USP, la Iglesia São Francisco de Assis y la Iglesia Chagas do Seráfico Pai São Francisco. www.pateocollegio.com.br
8. Parque Ibirapuera
La vista se recrea con la variedad de los árboles, los oídos, con el sonido de los niños jugando libremente por todo el parque y el corazón, con la amabilidad de los paulistanos. Los domingos soleados miles de personas caminan, trotan, andan en bicicleta, skate o rollers, juegan al fútbol, al vóley, al básquet... o descansan recostados frente al lago, viendo el atardecer y alimentando a los cisnes que habitan esta amplia extensión de áreas verdes dentro de la mayor urbe de Sudamérica. Grandes y chicos disfrutan de sus pequeños bosques, lagos y senderos, limpios, bien señalizados y seguros. En medio del verde se erigen también pulmones de cultura: el Museu de Arte Moderna, el Pavilhão da Bienal, el Museu Afro Brasil, el Pavilhão Japonês –con una réplica del Palacio Imperial de Kyoto– y el edificio de la Oca, diseñado por Oscar Niemeyer. www.parquedoibirapuera.com
9. Gastronomía
Las cifras son contundentes: San Pablo tiene 12.500 restaurantes de 52 nacionalidades, etnias y regiones. Hay 15.000 bares, 600 restaurantes japonenses –dicen que en esta ciudad se cocinan 278 sushis por minuto–, 3.200 panaderías y 6.000 pizzerías. La gastronomía es palabra mayor, más aún teniendo en cuenta que aquí está D.O.M. (www.domres taurante.com.br), el restaurante del chef Alex Atala que fue elegido entre los 50 mejores del mundo. La ciudad ofrece experiencias para todos los gustos y bolsillos. Como la propuesta del Mercado Municipal Paulistano (www.mercadomunicipal.com.br), considerado “el” sitio gourmet de la ciudad, donde son famosos los grandes sándwiches de mortadela italiana y las empanadas de bacalao a las que el viajero puede hincarles el diente luego de un divertido recorrido entre sus puestos de verduras, especias, carnes, dulces y frutas. O como la de un restaurante más sofisticado y plácido como Figueira Rubaiyat (rua Haddock Lobo, Jardins, www.rubaiyat.com.br), con mesas que se extienden en un patio bajo una majestuosa higuera centenaria. Allí la cocina rescata la gastronomía primitiva del horno de barro y las cazuelas de hierro, con platos originales en una carta variada. Se destacan las carnes, de diferentes procedencias, incluida la finca propia. Imposible no mencionar el Arola Vintetres, ubicado en el piso 23 del hotel Tivoli São Paulo - Mofarrej. De la mano del chef español Sergi Arola (dos estrellas Michelin), el restaurante ofrece una experiencia culinaria única acompañadas de mágicas vistas nocturnas de la ciudad. Sea una pizzería, un local de espeto corrido (o rodizio) o un restaurante japonés (como los del barrio Liberdade), San Pablo promete conquistar al viajero también a través de la cultura del buen comer.
10. Sala São Paulo
En el interior de la imponente Estación Júlio Prestes, antigua estación de tren de la compañía Estrada de Ferro Sorocabana, de ornamentación sobria y detalles al estilo Luis XVI, suenan los conciertos en la Sala São Paulo (Praça Júlio Prestes 16). Se trata de uno de los teatros líricos más importantes de Brasil y es sede de la Orquesta Sinfónica del Estado de São Paulo. La Sala fue creada a fines de los 90 como parte de un proyecto de revitalización del centro antiguo de la ciudad. Se encuentra junto a la Pinacoteca do Estado y el Museu de Arte Sacra. El calendario de conciertos es apretado y de altísima calidad. Una visita guiada es inevitable. Cuesta 5 reales por persona (US$ 2,5), pero tenga en cuenta que los sábados y domingos la entrada es gratuita. www.osesp.art.br

MINIGUIA
COMO LLEGAR. Tam, Aerolíneas Argentinas y Gol tienen vuelos directos desde Buenos Aires a San Pablo (Aeroporto Internacional de Guarulhos) todos los días. Por Aerolíneas, 2.185 pesos ida y vuelta (www.aerolineas.com.ar).
DONDE ALOJARSE. El hotel Tívoli (5 estrellas), en el barrio Jardins, ofrece sauna, spa, piscina y un restaurante magnífico desde el que se domina toda la ciudad, con habitaciones Classic desde US$ 268, más 5 por ciento de impuestos (www.tivolihotels.com).
El Cinelandia Hotel (Av. São João 536, Centro Histórico), habitación doble desde US$ 82. El hotel está rodeado de restaurantes, cafeterías y animados bares (www.buenashoteis.com.br).
Para los jóvenes que buscan arte, bohemia y precios de alojamiento más económicos, el Hostel Vila Madalena, tiene camas desde US$ 25 por noche por persona (www.vila madalenahostel.com).

INFORMACION
Embajada de Brasil: Tel. (011) 4515-2400, turismo@brasil.org.ar
www.cidadedesaopaulo.com
www.saopaulo.sp.gov.br
www.seuguiasp.com

Comentarios

Entradas populares