México

Playas soñadas, propuestas culturales y el pasado precolombino animan un viaje de luna de miel desde el DF hasta Playa del Carmen, Cozumel y Chichén-Itzá. Por María Julia Marincovich.


Romanticismo, historia y diversión se conjugaron en un inolvidable viaje a México, un país marcado por costumbres ancestrales. Hace casi dos años me casé con Fernando Bouvier y emprendimos nuestro viaje de luna de miel. Tres días en el DF fueron suficientes para recorrer el Centro Histórico, con el Zócalo, la Catedral Metropolitana, el Palacio de Bellas Artes, el Hemiciclo a Benito Juárez y el Museo Frida Kahlo o Casa Azul, en Coyoacán, donde la artista pasó la mayor parte de su sacrificada vida. Visitamos las 25 salas del majestuoso Museo Nacional de Antropología, la Basílica de la Virgen de Guadalupe, las pirámides del Sol y de la Luna (en Teotihuacán) y disfrutamos de un show de mariachis en un restaurante.
Me enamoré de Playa del Carmen, por el color del mar y la arena fina. De noche hay mucha música y diversión y opciones románticas, como cenar langosta en la playa a la luz de las velas. Nadar con delfines fue una experiencia única. La isla Cozumel ofrece tiendas y uno de los arrecifes de coral más grandes del mundo, ideal para el snorkel y el buceo.
En Chichén-Itzá, el Castillo o Pirámide de Kukulcán es una obra maestra de la arquitectura maya-tolteca. El Castillo y su cúpula suman 365 escalones, el total de días del año solar. Por eso se cree que fue construido para adorar al Sol. También podría haber tenido fines astronómicos, ya que durante el equinoccio de primavera y de otoño, a las 3 de la tarde la luz se proyecta sobre la balaustrada formando siete triángulos isósceles, lo que configura el cuerpo ondulante de una serpiente, que desciende hasta unirse con una cabeza de piedra en forma de serpiente al pie de la escalera.
Según el Libro Sagrado de los mayas, el tiempo se contabilizaba en eras. Fue una de las tantas cosas que aprendimos durante ese fascinante viaje a México.
* María Julia Marincovich es profesora de inglés. Vive en Arrecifes (provincia de Buenos Aires) y viajó en enero de 2012.

OTRAS CARTAS
CIUDAD DE BUENOS AIRES. La Asociación Proteger anuncia su próxima “Caminata bajo la luz de la luna” en la Reserva Ecológica Costanera Sur, para el martes 17 de diciembre. Sólo podría suspenderse si llueve. Con esta propuesta, los organizadores buscan generar conciencia sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente. En las 352 ha del espacio verde cercano a Puerto Madero conviven más de 232 especies de aves, que representan más del 25 por ciento del país. La inscripción para el trekking gratuito se realiza a través del teléfono 4931-6092; por mail, a_proteger@yahoo.com.ar.
ALEMANIA. “Tomé fotografías a un grupo de niños de una escuela israelí, que en la Bebenplatz se dedicaban a observar el sitio donde hace 80 años (más exactamente el 10 de mayo de 1933) las juventudes hitlerianas –bajo el mando del ministro de Propaganda Joseph Goebbels– quemaron más de cuatro mil libros. A través de un vidrio es posible apreciar estantes blancos en el piso, sin ningún libro. Eso simboliza la ausencia de los textos por la quema”, recuerda el lector Adolfo Wulfson, desde Paraná (Entre Ríos), acerca del viaje que realizó a Berlín.

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