Abren al público los jardines de Castel Gandolfo, la casa de verano del papa

Los peregrinos y turistas que llegan a Roma ahora tendrán también la oportunidad de conocer el magnífico Jardín Barberini de las Villas Pontificias de Castel Gandolfo, gracias a una disposición del papa Francisco, y visitar sus admirables escenarios naturales repletos de tesoros arqueológicos a tan solo 23 kms del Vaticano.


Las Villas Pontificias, que comprenden cerca de las 55 hectáreas, pertenecen a la Provincia de Roma y están incluidas entre las zonas extraterritoriales de la Santa Sede dentro del territorio Italiano. Ellas fueron concedidas a la Santa Sede gracias a los Pactos Lateranenses de 1929, ya que constituye la residencia suburbana de los papas.
Se trata de un lugar absolutamente privilegiado en una localidad de 9.000 habitantes considerada (por votación popular) como una de las más bellas de Italia. Y la joya de estos parajes son las villas pontificias, un lugar absolutamente espectacular y no sólo por las muchas obras de arte que atesora, sino también por sus gigantescas dimensiones.
El primer papa en buscar refugio en Castel Gandolfo contra los calores romanos fue Urbano VIII. Inmediatamente después de su elección en 1623, el Pontífice ordenó su construcción a Carlo Maderno. Sin embargo, nunca llegó a dormir en él, prefiriendo siempre alojarse en la cercana Villa Barberini, propiedad de su sobrino Taddeo Barberini y donde ya pasaba muchos periodos antes de ser elegido Pontífice.
Fue Alejandro VII quien, en los 12 años que ejerció como máxima autoridad de la Iglesia Católica -entre 1655 y 1667- completó el palacio papal. Sin embargo, y a partir de ahí, Castel Gandolfo cayó en el olvido durante casi un centenar de años. Hasta que en el siglo XVII Benedicto XIV lo reestructuró y comenzó a ser de nuevo frecuentada por los Papas, muchos de los cuales fueron poco a poco ampliándola con nuevas propiedades.
La cosa cambió en 1870 cuando, con la creación del Reino de Italia y el fin de los Estados Pontificios, los sucesivos Papas optaron por encerrarse en el Vaticano en signo de protesta y no volvieron a poner el pie por allí. Solo volvieron a hacerlo a partir de 1929, cuando Pío XI y Benito Mussolini firmaron los Pactos Lateranos, en virtud de los cuales la Iglesia reconocía a Italia como estado soberano y ésta hacía lo propio con El Vaticano.
Desde entonces, casi todos los papas han pasado largos periodos de descanso veraniego, empezando por Pío XII, quien no sólo murió en Castel Gandolfo en 1958, sino quedurante la ocupación nazi de Roma dio refugio en este lugar a unas 12.000 judíos.  
¿Quién no ha deseado recorrer, al menos por una vez en la vida, los Jardines del Papa? Aquel magnífico lugar y secreto con vistas al lago de Castel Gandolfo donde el esplendor del arte y la gloria de la naturaleza conviven en admirable equilibrio. Se necesitaba un hombre como el Papa Francisco para que aquel sueño se hiciera realidad y accesible al público. Ha sido suya la decisión de abrir a quien lo desee sus jardines“, dice Antonio Paolucci, director de los Museos Vaticanos.
Los visitantes que lleguen al lugar, a través de un recorrido que inicia en la plaza interna de la vía de los Robles, podrán apreciar el Pabellón del Reposo, así como el Anfiteatro Romano y el precioso Jardín de la Virgen. El itinerario también comprende el balcón con vistas a la Plaza Cuadrada y a los Jardines del Belvedere, la vía de las Hierbas, el Jardín de Magnolia y la vía de Las Rosas.
Quienes quieran ingresar a los Jardines de las Villas de Castel Gandolfo podrán hacer susreservas con 60 días de anticipación, hasta 72 horas antes, desde la página web de los Museos Vaticanos ingresando en la sección de Visitas guiadas. La visita tiene un costo de € 450 para grupos de 15 personas, € 650 para grupos de 25, y € 26 por persona.






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